jueves

YO MIRONA "VOYEUR"

EL VOYERISMO: El término proviene del francés VOYEUR (mirón) y define la búsqueda de excitación sexual mediante la observación, en general a escondidas, de personas desnudas, en vías de estarlo o que están practicando el acto sexual, y hace de esta práctica algo excluyente, ineludible o imprescindible para el goce.
Tendría yo 16 años, y no lo olvidaré jamás. Desde la ventana de mi cuarto al estar situado más alto, veía perfectamente las ventanas de mis vecinos del piso de abajo. A este piso quería yo llegar... Vivía en él un matrimonio de unos 50 años con dos hijos, por aquellos entonces, de 24 y 22 años. Estos chicos eran guapísimos, la atención de barrio.
La historia comienza a eso de las 8 de la mañana, recuerdo que era en el mes de julio, casi a finales, yo ya estaba de vacaciones pero mis padres trabajaban y acababan de marcharse. Mis vecinos volvían a esa hora de alguna discoteca (supongo), y venían bastante borrachos, porque armaban muchísimo ruido, tanto que me desperté.
Me asomé por la ventana con muchísimo sueño y vi encendidas las luces de su habitaciones. Desde donde estaba, con las luces apagadas, se podían ver completamente las dos habitaciones. Las ventanas estaban abiertas y las cortinas recogidas. Primero entró en su cuarto Javier, el de 24 años. Se tambaleaba bastante. Al principio me hizo gracia - menuda borrachera y pensé... voy a ver que hace.
Al momento empezó a desabrochar su camisa, torpemente, hasta dejar su torso completamente desnudo. Lo había visto mil veces en bañador, pero el hecho de estar viéndolo sin que él lo supiera me gustaba. Se desabrochó los zapatos y se los quitó. En ese momento se levanto de la cama y se fue hacia la puerta. Pensé que iba a apagar la luz, pero no, cerró la puerta, se dio la vuelta y se quitó los pantalones. Me dio de pronto un escalofrío enorme y un sentimiento de culpa. Quizás no debería estar mirando, pero no podía dejar de hacerlo. Llevaba unos splis blancos muy ajustados que insinuaban un bulto. A mí me pareció enorme, claro que por aquellos entonces, era la primera vez que yo veía algo así, nunca antes había espiado a los vecinos. El sueño había desaparecido por completo. Su cuerpo era toda una escultura griega en proporciones. Se dio la vuelta y retiró las sábanas de la cama hacia atrás. Estaba de espaldas a mí, mirando hacia la puerta, de pronto metió una mano por cada lado del slip y se lo bajó. En ese momento estaba viendo a mi vecino, uno de los tíos más guapos del barrio, agachado con el culo al aire. Por la entre pierna se le veían perfectamente los testículos y un ano muy peludo. Me sobresalté muchísimo. Se incorporó y se giró. Tenía un pene muy grueso. Se tumbó en la cama de forma que yo no podía verle la cara, pero veía de sus hombros para abajo.
En ese momento, Raul, su hermano pequeño, que era muy guapo, entro en su habitación. Iba con una toalla amarilla a la cintura y estaba completamente mojado. Seguramente del calor que traía (y de la borrachera), se había dado una ducha. Me puse nerviosísima. Javier, estaba en una habitación completamente desnudo y su hermano en la de al lado con solo una toalla. No sabía que hacer, no debía mirar, pero no podía dejar de hacerlo. La respiración se me aceleró muchísimo. Sabía que no podían verme, pero lo que estaba haciendo no era correcto.
Ahora viene lo mejor. Yo ya estaba bastante excitada con el panorama, mis ojos iban de una ventana a la otra a la velocidad del rayo, cada vez sentía que me excitaba más. De pronto Javier empezó a tocarse el pene. Me entró un calor tremendo y busqué debajo de mis bragas. Era la primera vez que me tocaba observando a alguien. Vi como el pene iba creciendo y creciendo hasta que se convirtió en una enorme polla que apuntaba hacia donde yo estaba. Raul se quedó también desnudo y empezó a secarse. Puesto de espaldas a la ventana se agachó para secarse. No tenía tanto pelo como su hermano, y se veía claramente el ano. Sus testículos eran bastante más gordos, como dos puños. No sabía por qué pero cada vez me frotaba con más fuerza bajo las bragas. Estaba toda húmeda viendo aquello a 5 o 6 metros de mí. Javier se masturbaba con fiereza, parecía que se la quisiera sacar de entre las piernas, se retorcía en la cama y yo estaba a punto de explotar. Se echaba la piel del pene hacia atrás dejando ver un capullo rojo como una amapola. Raul se giró y entonces vi el pene más grande que he visto en mi vida (que son unos cuantos). Debía medir unos 19 cm hacia abajo. Raul era delgado y musculoso, y con aquello que le colgaba pensé que estaba viendo la cosa más hermosa del universo. Me quedé perpleja. Estaba de pie, junto a la ventana. Se metió en la cama y apagó la luz. Yo tenía los ojos como platos, y una extraña sensación de calor y excitación. La respiración muy acelerada.
Javier seguía masturbándose y yo le acompañaba haciendo círculos entre los labios de mi vagina. De pronto Javier se puso tenso, se masturbaba con mucha rapidez, paró un momento y mientras se apretaba fuerte el pene con la mano, un enorme chorro de semen salió disparado hacia su cara. Era la primera vez que veía eyacular a un hombre. El semen le manchaba todo el pecho. Cogió una servilleta de papel y se limpió. Acto seguido apagó la luz.
Yo me tumbé en la cama y me quedé mirando al techo de mi habitación. Me tocaba bajo las bragas y recordaba todo lo que había visto. Era increíble!!!. Me quedé dormida, con una sensación extraña, tenía mucho calor por dentro y la respiración no se me relajaba. A la tarde siguiente, serían las 5 de la tarde Javier y Raul llegaron a la piscina denuestro edificio. Al verlos se me puso la cara de todos los colores. Ninguno de los dos sabía nada. Allí estaban, frente a mí. Yo sentía una vergüenza tremenda. Me levanté corriendo para meterme en el agua. Me vinieron a la cabeza miles de imágenes, y me gustaba. Una sonrisa se me debió dibujar en la cara porque una amiga me preguntó que de que me reía, (si tu supieras pensé). No podía quitarme de la mente a Raul. Iba pasando la tarde cuando me llegó un pensamiento. Si la noche de antes había visto aquello, quizás este espectáculo ocurriría más noches, quizás todas, así que decidí comprobarlo.
Esa noche, con la emoción de quien espera a los reyes magos, corrí a mi cuarto después de la cena. Cuando me asomé a la ventana, (tras las cortinas y con las luces apagadas), vi que ya estaban vestidos, dándose unos últimos retoques, (colonias y demás), y volvieron a salir. Yo no quería quedarme dormida, así que me dispuse a leer un libro en mi cama. Al rato mis padres se acostaron.
Serían las tres de la madrugada cuando escuché ruido en el piso de abajo, así que apagué la luz del flexo y me asomé a la ventana. Estaba nerviosísima. Javier entró en su habitación y cerró la puerta. Yo empecé a sentir escalofríos por todo el cuerpo. Se desnudó completamente, igual que el día anterior, se tumbó en la cama y apagó la luz. Era noche de luna llena, y a pesar de tener las luces apagadas podía ver a Javier durmiendo desnudo sobre la cama.
Ehhhh!!!!, ¿Que estaba pasando?. Fue muy rápido y no tuve tiempo de recrearme.
Me extrañó no ver a Raul, y esperé durante casi 15 minutos. Ya pensaba que no llegaría, que se habría ido a dormir a casa de algún amigo o que llegaría más tarde cuando de pronto se encendió la luz y entró en su habitación, pero no venía solo. Le acompañaba una chica a la que no había visto nunca. Parecía 3 o 4 años mayor. Seguro que no era del barrio, allí nos conocíamos todos. Aquello si que era nuevo "Relaciones sexuales", pero ahora iba a tener la oportunidad de verlo, desde muy cerca. Es como si yo también estuviese en esa habitación, pero invisible.
Comenzaron a besarse y a tocarse, y a mi me empezaba a entrar mucho calor. El le desabrochó la blusa y se la quitó. Sacó sus pechos, bastante grandes, con unos pezones puntiagudos, y comenzó a lamérselos. Ella miraba hacia el techo y gemía. Yo podía oírles. Ella hizo lo mismo con él. Después se agachó y empezó a soltarle el cinturón. Le bajó los pantalones y dejó aquel enorme bulto sobre los slips al descubierto. Ambas nos quedamos mirando el bulto que le marcaba el pene. Vi en su cara un toque de sorpresa. Le bajó los slips y se quedó alucinada al ver aquello. A mi se me dibujó una sonrisa enorme. Es que os prometo que aquel pene no era normal.
Mientras ella empezaba a jugar con él pene de Raul, yo empecé a buscar bajo mis bragas. Veía como aquello iba creciendo y creciendo, lentamente, poco a poco, cada vez más grande. Yo tenía ya la vagina húmeda como si me hubiera bañado. Intentó metérselo en la boca, pero no llegaba ni a la mitad. Era gorda y larga. La estuvo lamiendo como una piuleta durante mucho rato. Se metía un testículo en la boca, a duras penas.
El la levantó, la desnudó por completo y se tumbó en la cama. Era una chica muy bonita, morena, con un pubis perfectamente recortado.Con él tumbado en la cama, boca arriba, ella se puso a cuatro patas sobre él, de forma que yo veía completamente abierto su culo, (y lo que no es su culo). Me cuesta reconocer que me gustó ver a aquella chica desnuda, con todo al aire. Podía ver como uno de los dedos de Raul se desplazaba entre los labios vaginales de su amiga, cada vez más húmeda. Yo me tocaba igual que hacía él con ella.
Al rato cambió la posición y él se puso ahora encima. Mi vecino empezó a pasarle la lengua entre las piernas mientras yo soñaba que aquella chica era yo. Así estuvieron un buen rato. En un momento dado ella se bajó y le masturbó con las manos y con la boca hasta que él explotó de placer, llenándole la cara de semen. Jugaron con sus sexos durante horas, pero no hubo penetración. Aquella noche yo tuve mi primer orgasmo, y mi segundo y mi tercero como mirona. Se apagó la luz. Me volvía tumbar en la cama mientras pensaba en todo lo que había visto. Aunque fueron un par de horas, se que fue la noche que mejor he dormido en toda mi vida.
Por la mañana decidí no contar jamás lo que había visto a nadie. Las escenas como os podéis imaginar se repitieron muchísimas noches aquel verano. Me he masturbado infinidad de veces viendo como mis vecinos lo hacían, solos o con otras chicas. He deseado el pene de Raul miles y miles de veces, incluso con las parejas que he tenido.
En invierno, las ventanas estaban siempre cerradas, y me pasaba los años esperando que llegara el calor del verano. Así fue durante 5 o 6 años más.
Finalmente mis vecinos se mudaron de ciudad por motivos del trabajo de su padre y jamás he vuelto a saber de ellos. Una pena.
Así fue como ocurrió, y como veis, es cosa para no olvidar.

2 comentarios:

  1. Iniciación furtiva y en solitario, clases particulares gratis.
    Ahora entiendo tu disfrute con el sexo por internet, es un complemento al sexo de piel no un sustituto, me alegra comprobar tu excelente salud mental.
    Sigue escribiendo así de bien y sin ser vulgar, es lo q más de agrada.
    Un beso furtivo, Who.

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  2. te quiero hacer el amor, urgente, mi correo es juanvd82@hotmail.com, y de paso me inicias sxualmente

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